Poética de lo fantástico en Borges y Calvino, por Guillermo Belziti



              Al examinar la literatura fantástica[1]Borges encuentra cuatro grandes procedimientos que se presentan desde los primeros tiempos y que permiten al creador destruir no sólo el realismo de la ficción sino la misma realidad. Ellos son: la obra de arte dentro de la misma obra, la contaminación de la realidad por el sueño, el viaje en el tiempo, el doble, los procedimientos y la alusión al infinito y a los espejos. Estos rasgos se particularizan en la selección de cuentos que propone junto a Ocampo y Bioy, pero sobre todo en Tlön, Uqbar, Orbis Tertius (TUOT en adelante)  al que podemos considerar en sí mismo un compendio de estos procedimientos fantásticos. a definición borgeana de literatura fantástica se da por oposición al realismo, ya que lo considera una tendencia joven y de menor importancia que lo fantástico que tiene carácter universal y primordial.
              Calvino, por su parte, centra su investigación haciendo un recorte a partir del cuento romántico del siglo XIX, así lo refleja en la introducción de su propia antología dividida en dos volúmenes: lo fantástico visionario y lo fantástico cotidiano.  En su trabajo, los nombres de Hoffman y Chamisso como representantes del romanticismo alemán constituyen el punto de partida, para luego extenderse a Francia con otros autores como Charles Nodier, Gerard de Nerval, Teophile Gautier, Villiers de l´Isle Adam, incluso llega a nombrar a un Balzac que también ha hecho sus aportes a esta tipología literaria.
              En cuanto a la literatura anglosajona, cabe destacar que ambos autores trabajan con lo que podríamos denominar la misma familia literaria: Poe, James, Kipling, Stevenson, Wells Bierce son sus héroes literarios, sus recomendaciones y por supuesto no dejan de estar presentes en cada antología.
              Si bien en su conferencia Borges da cuenta de cómo se construye lo fantástico, no podemos obviar que esta misma poética es retomada por Calvino como veremos a continuación en el análisis comparativo de los relatos TUOT y El Conde de Montecristo.
              Reflexiones acerca de las relaciones que existen entre realidad y ficción son un eje congruente entre ambos relatos, de cómo estos planos se retroalimentan y se influyen mutuamente hasta dar origen al asombro que caracteriza al género fantástico.            
              TUOT se incluye como relato inaugural en la primera de las partes del volumen Ficcionestitulada El jardín de los senderos que se bifurcan (1941), aunque ya había aparecido en Sur y también en la célebre Antología de la literatura fantástica (1940). El Conde de Montecristo, por su parte, cierra la antología Ti con Zero (1967), antología dividida en tres partes con estrecha relación a otra obra de Calvino anterior:Las Comicósmicas (1963)
              Entre los cuentos de estos autores existe un diálogo formal, principio y evolución de una tendencia, que denota un modelo con una insignia muy particular alejada delo gótico clásico anglosajón. Allí lo fantástico está mucho más ligado a lo misterioso, a lo fantasmagórico, a la mansión hechizada, en cambio, el modelo propuesto por Borges y continuado por Calvino, es un fantástico relativo al mundo de las ideas, a lo abstracto, a lo posible. En este sentido, TUOT puede leerse como una meditación sobre las posibilidades de la realidad, el autor parte desde la revisión de diversos sistemas ideales que pertenecen a disciplinas varias como las matemáticas, la geometría o la lingüística, para luego, una vez demostrada la multiplicidad de abordajes, ir más allá y cuestionar los límites de la propia realidad a través de la irrupción de Tlön en nuestro plano, un recorrido que va desde lo real a lo imaginario, para luego invertir polaridades.En cambio, en El Conde de Montecristo, el camino es totalmente inverso. Se parte de la ficción, el mundo inaugural es el mundo de la novela de Dumas como lo denotan las siguientes primeras líneas:
“Desde mi celda poco puedo decir acerca de cómo es este castillo de If en el que me encuentro desde hace tantos años prisionero”
              La puerta de acceso al plano de nuestra realidad conduce a los desesperados protagonistas hasta el despacho de Alexandre Dumas, para concebir la ansiada fuga a partir de los manuscritos que dan forma a su universo.  Es decir, además del trabajo en planos diferenciados, podemos observar el tema del viaje en el tiempo, ya que más allá del tiempo cronológico del relato, se regresa hasta el punto donde la realidad de la prisión de If todavía no ha sido concebida.Como vemos, la prisión de If es un laberinto de posibilidades, puede hacerse, deshacerse y rehacerse según el manuscrito que se concatene a la trama.
“Los muros son tan espesos que podrían contener otras celdas y escaleras y cuerpos de guardia y santabárbaras; o la fortaleza podría ser toda muro, un sólido lleno y compacto, con un hombre vivo sepultado en el centro.”
              La idea de un Tiempo Cero, título con el que se tradujo al español la obra de Calvino, ya estaba presente en Borges. Comparemos los siguientes párrafos de TUOT y de El Conde de Montecristo.
TUOT
ECDM
“Una de las escuelas de Tlön llega a negar el tiempo: razona que el presente es indefinido, que el futuro no tiene realidad sino como esperanza presente, que el pasado no tiene realidad sino como recuerdo presente.

Cuando Faría desemboca de bajo tierra, el prisionero se vuelve: siempre tiene el mismo rostro, la misma voz, los mismos pensamientos. Su nombre es el mismo: Edmond Dantés. La fortaleza no tiene puntos privilegiados: repite en el espacio y en el tiempo siempre la misma combinación de figuras.


Vemos claramente que la  misma idea se repite en contextos diferenciados.Una particularidad del texto de Calvino es que el personaje se vale de conocimientos que son propios de un literato que construye textos para elaborar una estrategia de escape de la prisión.




“Si consigo observar fortaleza y Abate desde un punto de vista perfectamente equidistante, conseguiré identificar no sólo los errores particulares que Faría comete una vez tras otra, sino también el error de método en que continúa incurriendo y que yo gracias a mi correcto planteamiento sabré evitar.”
              En un tiempo detenido, cambiarían las posibilidades de la narración, por ejemplo el punto de vista, para ver si la información obtenida desde otros ángulos puede resultar útil para “ganarle la partida” a la fortaleza.La fuga para Dantés se vuelve un gran ajedrez contra las reglas que construyen la prisión. El arquitecto de su prisión es Dumas, conocer sus secretos es más práctico que cavar túneles como lo hace el abate Faría hacia improbables salidas.
Abate Faría
Edmond Dantés
Faría procede de este modo: encuentra una dificultad, estudia una solución, experimenta la solución, tropieza con una nueva dificultad, proyecta una nueva solución, y así sucesivamente. Para él, una vez eliminados todos los posibles errores e imprevisiones, la evasión no puede no salir bien: todo está en proyectar y ejecutar la evasión perfecta.
Yo parto de la suposición contraria: existe una fortaleza perfecta de la cual no es posible evadirse; sólo si en el proyecto o construcción de la fortaleza se ha cometido un error o un olvido la evasión es posible. 

              El narrador personaje es analítico, se compara a sí mismo con Faría que desde el punto de vista en que ambos son prisioneros también son dobles.
              Llegado este punto, no gustaría destaca que en TUOT también existe una estrecha relación entre la historia que se narra y un libro objeto. Solo que en este caso, en lugar de un clásico se parte del hallazgo del exótico volumen de una enciclopedia ficticia: The Anglo American Cyclopaedia, a la que mediante  diversas estrategias de verosimilitud (la inclusión de Bioy amigo de Borges, la mención de lugares geográficos y personajes históricos inventados junto a otros verdaderos, los nombres de célebres coleccionistas de libros, etc.) se le da estatuto de objeto real. Dentro de la enciclopedia aparece la imaginaria región de Uqbar, imposible de hallar en mapas pero, a la vez, deja abierta la posibilidad  de su existencia. El lector queda atrapado en una especie de rol detectivesco tratando de unir indicios que lo conduzcan hacia el mágico descubrimiento. Aceptada la posibilidad de existencia de Uqbar se crea un nuevo objeto: su fantástica literatura que ocurre en las imaginarias tierras de Mlejnas   y de Tlön[2].  José Luis de la fuente señala sobre el relato de Borges, que cada una de las regiones Uqbar, Tlön y Orbis Tertius se corresponden respectivamente con aquellos mundos antiguos que tanto fascinan al autor: lo árabe, lo nórdico y lo clásico. Estos niveles a través de los cuales transita el discurso pueden denominarse: nivel de lo ficticio literario (Uqbar);  de lo fantástico literario (Tlön), y de lo fantástico metaliterario (Orbis Tertius).
              Estos procedimientosde construir literatura dentro de la literatura, ya señalados por Borges en su conferencia como uno de los cuatro básicos, nos remite también a Cervantes y a Pierre Menard, e indefectiblemente al  tópico de los libros apócrifos, tan recurrente en la literatura fantástica y de ficción. Se podría realizar un catálogo extenso de obras literarias que no existen o que solo existieron luego de haber sido concebidas primeramente como objeto en una ficción. Una anécdota conocida es la que tiene como protagonista al joven Borges de 16 años recorriendo las bibliotecas de Buenos Aires en busca del terrible Necronomicón, libro ficticio inventado por H.P Lovecraft  y atribuido al árabe Abdul Alhazred[3]. El otro elemento sobresaliente del cuento borgeano es el espejo, citado desde el comienzo:
“Debo a la conjunción de un espejo y de una enciclopedia el descubrimiento de Uqbar.”
¿Pero qué es esta conjunción? Observemos que la enciclopedia que contiene el artículo de  Uqbar es definida como: “una reimpresión literal, pero también morosa, de la Encyclopaedia Britannica de 1902.” Y que el volumen que tiene Bioy es ligeramente diferente al encontrado en la quinta de Ramos Mejía. Dicho de otro modo, cada libro es  una imagen copia de otro anterior. La idea de espejo está más que señalada en el recorrido:
“Desde el fondo remoto del corredor, el espejo nos acechaba. Descubrimos (en la alta noche ese descubrimiento es inevitable) que los espejos tienen algo monstruoso. Entonces Bioy Casares recordó que uno de los heresiarcas de Uqbar había declarado que los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres.”
              El proceso no es tan complejo, primero se acostumbra al lector a leer la multiplicidad y sus ligeras variaciones para luego introducir los planos dimensionales y sus interrelaciones.
              Otro de los recursos de la escritura fantástica borgeana es especulación científica sobre temas inherentes a mundo inventado. Por ejemplo, en el pasaje del cuadro se reponen algunas de las características de la lengua de Tlön, que por ser excesivamente idealista o antimaterialista carece de sustantivo. Calvino también se vale del mismo recurso para representar el objeto prisión de If, pero en nuestra humilde opinión, con mucha más sutileza y sin llegar al abuso de erudición. Veamos el cuadro comparativo.
Borges
Calvino
“Por ejemplo: no hay palabra que corresponda a la palabra luna, pero hay un verbo que sería en español lunecer o lunar”
“El sustantivo se forma por acumulación de adjetivos. No se dice luna: se dice aéreo-claro sobre oscuro-redondo o anaranjado-tenue-del cielo o cualquier otra agregación.”

“veo en cada obstáculo aislado el indicio de un sistema de obstáculos, desarrollo cada segmento en una figura regular, sueldo estas figuras como caras de un sólido, poliedro o hiperpoliedro, inscribo estos poliedros en esferas o hiperesferas, y así, cuanto más cierro la forma de la fortaleza más la simplifico, definiéndola en una relación numérica o en una fórmula algebraica.”


              Solo no queda ahora realizar algunas observaciones sobre lo onírico en Tlön que podríamos ilustrar con el concepto de hrönir, es decir aquellos objetos materiales que se crean a partir del pensamiento de “encontrar” lo que en realidad se esta produciendo con la intención de búsqueda. Algo así como la materialización de un deseo.
los discípulos exhumaron —o produjeron— una máscara de oro, una espada arcaica, dos o tres ánforas de barro y el verdinoso y mutilado torso de un rey con una inscripción en el pecho que no se ha logrado aún descifrar.”
              Para concluir, dado el carácter de este trabajo, no queremos dejar de reconocer  que a pesar de que TUOT pertenece a una  clase híbrida entre el cuento y el ensayo mientras que ECDM es un cuento que dialoga con una novela,  más cercano a Pierre Menard, en nuestro recorrido hemos percibido la puesta en práctica de una misma poética de la narrativa fantástica que ensamblan en comunión a la obras. Se pueden seguir buscando ejemplos y paralelismos en trabajos de estos autores porque la semejanza ocurre en la construcción, cada uno siguiendo su propio estilo y tradiciones pero respondiendo a una misma matriz.






[1] Veáse “La literatura fantástica”, conferencia que dictó J.L. Borges en Buenos Aires en 1949.
[2] Si bien Mlejnas no es nombrado en el resto del relato, no ha sido pasado por alto por los lectores de Borges. La novela “Nadie recuerda a Mlejnas” del escritor uruguayo Ramiro Sanchiz da testimonio de esto. El tópico de las regiones inventadas también sostiene paralelismos entre los autores. Isaura, Berenice, Procopia y otras ciudades de “Le città invisibili” llevan en su cimientos algo de Tlön.
[3] Es una curiosidad que años más tarde, cuando la literatura de Lovecraft ya era objeto de culto, apareciera en las librerías un libro titulado “El Necronomicón” que pretendía ser aquel objeto metaliterario. Borges, tras la experiencia, le dedica Lovecraft el cuento “There are more things”.

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